Sol de otoño



Ayer te vi en un sueño. Yo recién te conocía y te regalaba una corona de estrellas.

Tales sueños me deslumbran con semejantes esplendores y luego, al despertar, me quitan el aire y me dejan desnudo en la mentira. El tiempo te vistió de ausencia y nunca regresaste.

Por eso hoy el sol de otoño está tan lejos. 

A través del vidrio observo su ojo ambarino casi oculto por la grisura de las nubes sobre el fondo celeste del cielo. Es un sol melancólico de mueca tibia que se agota, al borde de las gotas de hielo, en los troncos pelados de los plátanos. 

Y eso agrava mi pesar, María.

Ni qué decir del desamparo de las hojas amarillas suspendidas de los tallos, como murciélagos pajizos, cabeza abajo, que terminan desgajadas por el tironeo de la gravedad.

Caen silenciosamente, cargadas por el peso del agua de la bendita llovizna de toda esta semana. 

Si tuviese lágrimas debajo de los párpados las dejaría deslizar del mismo modo por los surcos secos de mis arrugas. 

Pero a esas lágrimas ya no las tengo, María. 

En cambio, el blando resbalar de la caída de esas hojas caducas lo suplanto con silencio, el silencio de quien apenas soporta la lejanía de tu momento ausente, de quien por eso hunde el alma en el dolor de los desprendimientos otoñales. 

Si donde estás se pueden recoger flores no te olvides de arrojarlas en mis sueños.

Aunque estén marchitas. No te preocupes, es lo de menos. 

Si hay una sola, tampoco importa.

Igual la espero.


Este relato pertenece al libro Fotos viejas.

Nagari



Dentro de la inmensidad de Internet se encuentran emplazamientos confinados elegidos por quienes decidimos publicar nuestros escritos. Estos rincones suelen ser: páginas web; plataformas de uso gratuito, como por ejemplo Issuu, Yumpu; tiendas online, como Amazon; blogs; magazines; entre otros formatos.
 
Cada una de esas zonas tiene virtudes diferentes y cada uno de nosotros elije cuál es la más conveniente, ya sea para lograr sus objetivos de venta, ya por sentirse más cómodo o por ser la forma más adecuada para llegar a sus lectores. Esto ocurre para cualquier escrito sin importar el género o la extensión. Y, habitualmente, se pueden interconectar de diversos modos entre sí.
 
A lo largo de estos años, en mi caso, lo central ha sido y sigue siendo la publicación del libro físico en papel a modo tradicional, lo cual seguiré haciendo mientras pueda. En cuanto al universo virtual he centrado mis preferencias en los sitios descritos más arriba exceptuando las redes sociales como Facebook, Tumblr, Twitter, Instagram, etc.
 
La difusión por medio de las revistas virtuales es óptima para los que somos propensos a escribir textos literarios, ya sean microrrelatos o cuentos cortos. Esto se debe a que estos tipos de presentaciones tienen la propiedad de la brevedad, la cual les permite ser admitidos fácilmente en la mayoría de estas publicaciones, las cuales son inaccesibles o están casi vedadas a la prosa extensa de la narrativa.

Para quienes adhieren a este tipo de lecturas dejo el enlace a Nagari Magazine, revista de literatura y arte de Miami en donde, algunos de mis relatos, están disponibles buscando un lector que ponga su atención en ellos.



Los relatos "Cuando llueve sobre las islas", "María de agua" y "Sin alas" fueron publicados en la revista literaria Nagari.