Ella era un hueco de soledad muda con una caricia de cabellos oscuros sobre el rostro serio. Y también la temeridad de un dulce presagio mientras entraban los primeros acordes de la orquesta.
Hasta que su voz, humedecida de tanto tango, comenzó a agitar el aire como imitando al viento. Su magia expresiva de segura soñadora eterna elevó mi corazón a un cielo que no conocía.
Su canción la abarcó. Era una mujer completa hablando de un amor distinto.
Y me hizo sentir, en su ademán de despedida, que yo moría en este instante de una vez y para siempre.
O que bajaba de nuevo a la tierra, que es decir lo mismo, pero de otro modo.
Este relato fue publicado en la revista literaria Vestigium (MEDIUM, jul. 2019).
Este relato fue publicado en la revista literaria Vestigium (MEDIUM, jul. 2019).
Una prosa poética espléndida, que atrapa un momento, lo que dura ese tango, y lo convierte en un para siempre.
ResponderBorrarMe encantan tus microrrelatos, Ariel.
Un gran abrazo.
Muchas gracias, Mirella, me alegra que te gusten. Un abrazo.
BorrarAriel
Hola Ariel, supe por el comentario de Osvaldo Villalba que publicaste en Facebook mi relato en Lado Berlin. Te lo agradezco enormemente, yo no estoy en esa plataforma y no me hubiera enterado.
BorrarUn gran abrazo.
Sé que no estás en Facebook, Mirella. A pesar de eso me encantó publicarlo porque el relato está muy, muy bueno, y porque sos una escritora talentosa que admiro. Muchas gracias por la invitación a ladoberlin, voy a probar suerte allí. Un abrazo afectuoso!!
BorrarAriel
¡Gracias por compartirlo, Ariel! Entre varios me están convenciendo para que abra una cuenta en Facebook. Cuando me decida te aviso.
BorrarAbrazo.
Por nada, Mirella, ha sido un gusto para mí. Te mando un abrazo.
BorrarBellísimo.
ResponderBorrarMuchas gracias, Marta!
BorrarSan Telmo tiene magia, tu relatopoema también. Ha sido un placer leerte.
ResponderBorrarmariarosa
Muchas gracias, Maria Rosa. Un saludo.
BorrarAriel
De otro modo. Así escribes Ariel, de otro modo.
ResponderBorrarEnhorabuena es-cri-tor.
Hola, Isabel, muchas gracias por tus felicitaciones.
BorrarAriel
Prosa elevada a las alturas en tan poco espacio, se nota sentimiento en tus palabras. Un abrazo, amigo.
ResponderBorrarMuchas gracias, Jorge. Un abrazo.
BorrarAriel
Pocas, y cada vez menos, canciones, sino cantantes, tienen la fuerza necesaria para lograr algo semejante.
ResponderBorrarMuchos apenas sí saben balbucear y pretenden que los alabamos como grandes artistas.
Saludos,
J.
Así es, José, yo quedé fascinado por la fuerza expresiva de esa cantante.
BorrarUn saludo.
Ariel
Enhorabuena Ariel. Es impactante este texto breve. Desborda calidad por los cuatro costados. Tanto en la inmersión del lector en esa atmósfera tanguera como el lo poético y literario. Te mando un abrazo.
ResponderBorrarMuchas gracias, Néstor. Yo también te mando un abrazo.
BorrarCreo que los que comentaron antes ya expusieron las bellezas de tu texto. Sólo me queda agregar que como porteño y atravesado por tango me llegó hasta el alma.
ResponderBorrarA mí también me gusta el tango y... esa mujer... ¡Por Dios! ¡Qué hermoso lo cantaba!
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