Los magos convocados al notable alegato relataron los trucos y dieron las descripciones precisas de los artilugios intelectuales puestos en práctica en sus investigaciones. Y enumeraron, además, las verdades originales develadas y las explicaron una a una: el movimiento de los astros, la germinación de las flores, el sesgado don de la fertilidad otorgado a la mujer, la gestación, la furia de los volcanes, la agitación del mar, el sentido de la moral, el bien y el mal, el poder, la sanación, la muerte, y hasta el prodigio por el cual se sustentan las aves en el cielo sin caerse.
Las respuestas a los interrogantes de la humanidad desplegadas a lo largo de los siglos fueron plasmadas en los papiros. Las escrituras se conservaron ocultas en las criptas. Cuando llegaron los bárbaros, las exhumaron, pudieron descifrar los signos, y la pasión por la lectura atrapó para siempre a todas las razas que poblaban la Tierra.
Este relato pertenece al libro Fotos viejas.