El suburbio de los huesos




La totalidad de lo que conservo en mi vida es el pasado, una vorágine, multitud de migajas desprovistas de volumen y espesor. De vez en cuando los recuerdos aparecen como destellos aleatorios, sin la intervención de la voluntad.
 
Todo parece suceder dentro de mi cabeza. 

No estoy seguro, pero imagino una mancha gigante escondida que, aunque no se presenta con claridad dispara mis emociones y me lleva a actos inconcebibles.

En ocasiones temo verla crecer desmesurada, expulsando mi alma al cautiverio de los locos sin yo disponer entonces de una conciencia frágil a fin de percibir la delicia de tu compañía.

Hagamos algo antes que pase esto.

Por acá, donde los sucesos transcurren, dejemos nuestros huesos en soledad para que recorran el camino tan temido hacia la fosa. No escuchemos el llanto y no miremos el luto. No lamentemos los funerales y no entremos a los cementerios. 

Por allá, donde el Tiempo está quieto y la eternidad nos protege, cavemos un hueco en la arena y enterremos juntos nuestros corazones. En aquel suburbio seremos náufragos de estrellas y permaneceremos indefinidamente en nuestro hermoso sueño interminable.



Este relato fue publicado en la revista literaria Vestigium (MEDIUM, oct. 2019).