Dos noches

 





Afuera llueve desde hace dos noches y el agua le da brillo a las baldosas y a los troncos de los árboles. Dentro de alguna de las casas de esta ciudad enorme estarás frente al espejo seco de tu cuarto silencioso, mientras las gotas salpican los vidrios de tu ventana triste.

Mi lápiz raspa el papel como una jeringa ciega, y yo, volando por razones errabundas, me demoro con la cabeza tumbada sobre esta mesa melancólica, mientras apoyo la yema sobre el extremo romo, sobre el extremo mudo del prisma de madera azul, sin entender qué debo escribir ni cómo expresar el deseo de verte. 

Esmerada en inflamar mi memoria, tu figura danza en mis recuerdos huérfanos como una llovizna fría. Tu rostro apenas es un óvalo de perímetro difuso. Aún no nace la humedad de tus labios; no se resuelve con claridad el recuerdo perfecto de tu aroma gris. En mi interior hay un tironeo feroz por apropiarme del dibujo filoso de tus rasgos y por recuperar la cercanía de tus ojos exiliados.

Entretanto el viento sacude las hojas mojadas, yo, acotado en la oscuridad de mi cuarto roto, te imagino tremendamente lejos de mi reclusión en esta cámara ciega. Afuera llueve y no me atrevo a salir de la celda brutal del desarraigo, con toda la ausencia que hoy nos separa.


Este relato pertenece al libro todavía no publicado Lana hueca.

20 comentarios:

  1. Un sentir muy desgarrador que conmueve mucho, conforme nos va internando con gran habilidad en su lectura.
    Un abrazo.

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    1. Para quien lo ha vivido, el desamor talla el lado oscuro de la experiencia humana.
      Un abrazo.

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  2. Las separaciones siempre son tristes, te quedas carente de algo y a veces es difícil llenar ese hueco, en tus letras lo explicas bien.

    Un abrazo Raul!!

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    1. Una batalla muy particular en la que ambos bandos van a pérdida si es que la conquista constituía un tesoro valioso.
      Un abrazo para vos, Ana.

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  3. Holis =)
    Un texto desgarrador.

    Besitos :P

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  4. Ausencia, que fuerte palabra y que dificil de aceptar.
    Muy buen relato, hace que el lector entre a ese cuerto roto y se siente parte de tu soledad.
    mariarosa

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    1. El lado hermoso queda en el recuerdo, María Rosa, y el lado triste requiere un duelo que a veces tarda demasiado.

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  5. Triste y bello.
    Profundo relato lleno de sentimiento.
    Un abrazo.

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    1. De cada escollo, de cada ausencia, de cada pérdida que la vida nos impone, nos quedan vivencias. Es imperioso que, al contarlas, lo hagamos con cierta cuota de belleza.
      Un abrazo, Amalia.

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  6. Cuántos sentimientos! Interesantes imágenes

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    1. Quizás escribir sea solo poner el contenido y la forma al servicio de los sentimientos.

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  7. Saludos Ariel, sabes trasladar al poema, el recuerdo latente de tu amada. Sientes ese desarraigo y prefieres encerrarlo en la soledad de tu cuarto, lo aprisionas y lo acaricias en tu memoria. Linda imagen y conmovedoras letras.
    Un abrazo🌹

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    1. La alegoría del cuarto como metáfora ampliada me pareció pertinente al sentido figurado de la historia en el alma del protagonista. Muchas gracias por tu comentario, Ceciely.
      Abrazos de sur a norte.

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  8. Un escenario muy adecuado para tan triste sentimiento. La pérdida. Muchas veces martillea tu corazón como la de lluvi golpea en las ventanas. Un sentimiento que discurre como las goas de lluvia avanzan por los cristales: a veces rápido otras veces lento.
    Tus textos están siempre llenos de mucho sentimiento.
    Saludos

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    1. Las delicias y los desencantos de la vida le proporcionan esa velocidad variable al andar de los sentimientos.
      Saludos, Jose.

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  9. Este texto sí que es melancólico. Lluvia, vidrios empañados, la soledad. Eso es lo que produce la hiel del desamor.
    Qué buen texto.
    Saludos.

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  10. Esta es una increíblemente bella prosa poética. La nostalgia por el amor perdido, por su ausencia, inspiran este relato de alto contenido poético. Hay que contener el aliento al leerlo, porque transmite sobremanera. Mis felicitaciones. Saludos.

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    1. Tu lectura expresada desde la emoción, de veras me llevó a un sitio muy preciado.
      Te mando un saludo, Mayte.
      Ariel

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