El suburbio de los huesos




La totalidad de lo que conservo en mi vida es el pasado, una vorágine, multitud de migajas desprovistas de volumen y espesor. De vez en cuando los recuerdos aparecen como destellos aleatorios, sin la intervención de la voluntad.
 
Todo parece suceder dentro de mi cabeza. 

No estoy seguro, pero imagino una mancha gigante escondida que, aunque no se presenta con claridad dispara mis emociones y me lleva a actos inconcebibles.

En ocasiones temo verla crecer desmesurada, expulsando mi alma al cautiverio de los locos sin yo disponer entonces de una conciencia frágil a fin de percibir la delicia de tu compañía.

Hagamos algo antes que pase esto.

Por acá, donde los sucesos transcurren, dejemos nuestros huesos en soledad para que recorran el camino tan temido hacia la fosa. No escuchemos el llanto y no miremos el luto. No lamentemos los funerales y no entremos a los cementerios. 

Por allá, donde el Tiempo está quieto y la eternidad nos protege, cavemos un hueco en la arena y enterremos juntos nuestros corazones. En aquel suburbio seremos náufragos de estrellas y permaneceremos indefinidamente en nuestro hermoso sueño interminable.



Este relato fue publicado en la revista literaria Vestigium (MEDIUM, oct. 2019).

16 comentarios:

  1. Una prosa poética muy bella y con cierto hermetismo.
    Me encantó, Ariel.
    Abrazos.

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  2. Un breve relato plagado de belleza estilística, con increíbles metáforas y un toque de angustia existencial que lo realza y lo hace profundo. Muy bueno Ariel. Gran trabajo.

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    1. Muchas gracias, Néstor, me alegra tu comentario, es muy alentador, me alegra que hayas observado eso que me contás.

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  3. Qué hermoso Ariel,... siempre con esas metáforas insondables que hacen que leer tus relatos sea un deleite.
    Un abrazo!

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    1. Me agrada, en ocasiones, trabajar en estos micros y darlos a conocer. Qué bueno que te haya gustado. Un abrazo!

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  4. Me parece maravilloso tu atrevimiento existencial Ariel, porque con él, o a través de él, nos pones en el disparadero emocional.
    Es un escrito serio, con solvencia y fuerza emotiva, sin concesiones. Tal cual.


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    1. La conciencia luminosa, la oscuridad del subconsciente, el miedo a la locura. Por acá: el cuerpo y los huesos, por allá: el alma si es que algo mío quedara. En fin, el sentido de la vida aglutinando mis fantasmas de siempre. Muchas gracias, Isabel, por estar siempre por aquí.

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  5. Una mancha gigante que se extiende sin principio, pero también sin final, eso son los recuerdos amenazando con cubrirnos por completo.

    Saludos,

    J.

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    1. Tal cual, José, de tamaño tan grande y de tan extensa duración en el tiempo, como lo permita mi cerebro, eso creo.
      Saludos.

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  6. Acaso nuestra vida no sea más que un instante entre dos eternidades de incertidumbres. Qué buen escrito para reflexionar sobre la vida, aunque nos cause miedo asomarnos al abismo de su misterio. Enhorabuena, querido Ariel por tan bello texto.

    Un beso muy grande

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    1. Antes de nacer y más allá de la muerte, sí, es agradable pensar en eso a pesar del temor a expresarlo en palabras, cayendo en cierto hermetismo, a cambio de lograr la intensidad imprescindible para no fallar en la precisión de la idea, a la espera de que cada quien lo interprete en su intimidad a la luz de sus propios sentimientos.
      Un beso grande, Ana.

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  7. Hermoso, Ariel.
    El abismo, la incertidumbre y la sombra de la que tarde o temprano todos nos veremos envueltos, tú la has convertido en belleza.
    Un beso.

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    1. Muchas gracias, Irene, hermoso es el comentario que tú me regalas. Un beso!!
      Ariel

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