La curva de rímel



Te miras al espejo y el lápiz rojo se detiene antes de llegar a tus labios.

Recuerdas, en el silencio de tu casa, mientras te maquillas, los días en los cuales el amor aún no había estallado en mil pedazos.

Hoy es tu cumpleaños y ves con claridad la emoción que te angustia. Te has refugiado en la soledad luego del fracaso, pero sabes que estás espléndida en la madurez de tu vida, aunque necesitas tiempo para reponerte.

Extiendes la yema del dedo para acariciar tu mejilla corrigiendo una pequeña arruga.

Aparece una luz tibia en el círculo de tu pupila que se parece a una gota y te inquieta que se convierta en una línea de sal sobre tu piel.

Cierras la caja de cosméticos, tomas la cartera y las llaves.

Quieres salir pronto, antes de que la lágrima arruine la curva perfecta del rímel de tus pestañas.

Y vas a buscar el esplendor del día.



Este relato fue publicado en la revista literaria Nüzine (MEDIUM, ago. 2019).

14 comentarios:

  1. Madre mía qué bonito lo que has escrito, es ese sentir el paso del tiempo, a través de la mirada hacia el espejo, reflejo de los años, que es cuando uno realmente se da cuenta, al mirarse en el espejo, y es inevitable el paso de los años por mucho que se intenten corregir las arrugas, están ahí, y también los años, la nostalgia por los recuerdos, la soledad se siente más intensa, pero lo más importante es sentir que la vida sigue, y que se puede seguir siendo joven de espíritu.

    Me ha encantado tu texto, mi querido amigo, un placer leerte.

    Besos enormes y felices días.

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    1. ¡Hola, María! Qué gusto tenerte por aquí y con tan bonito comentario. Tú, que colocas en tus magníficos poemas la plenitud de los sentimientos sabes leer los matices de las emociones en su justa medida. Es muy agradable recorrer las palabras sabias que salen de la enorme sensibilidad que tienes.
      Te lo agradezco mucho, querida amiga.
      Un beso muy grande.
      Ariel

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  2. Yo creo que el espejo no sólo le devuelve la imagen de la acción del paso del tiempo sobre su rostro. Con tus hermosas palabras, me sugieres todas las cosas que dejamos por el camino: los momentos felices que no volverán, las ilusiones frustradas, quien quisimos ser... Por eso me parece tan profundo tu relato. En unas líneas nos invitas a reflexionar sobre el paso del tiempo.
    Un beso muy grande, Ariel. Cada vez disfruto más de tu bella literatura

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    1. Sí, Ana, creo que entiendo lo que dices. Con la elipsis he llevado el texto al mínimo de extensión con el fin de seducir la sensibilidad del lector/a dándole la oportunidad a su imaginación para que le agregue el resto: lo que tú señalas y que no está escrito.
      Yo también disfruto al leerte, todavía recuerdo muchas escenas de tu hermosa novela, como la del gorrión en la ventana, por mencionar una entre las miles que pueblan los capítulos de tu libro. No dejes de escribir, tu narrativa ha crecido una enormidad, tus novelas recorrerán un largo camino, de veras te lo digo, Ana.
      Un beso muy grande para ti.
      Ariel

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  3. El dolor de lo perdido o de lo que nunca fue pero también la esperanza y la fortaleza del nuevo día. Precioso relato, Ariel. Emotivo pero muy contenido.

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    1. Me alegra mucho que te haya gustado este pequeño texto, Marta. Un beso muy grande.

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  4. Una belleza este microrelato. No sólo literaria sino también simbólica. El lápiz labial, el rímel llevan de la mano al lector hacia el concepto de lo bello, de lo femenino y de los estético. Muy buena además la carga emotiva. Me gustó mucho.

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    1. Muchas gracias, Néstor, me alegro que te haya gustado. Un abrazo.

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  5. Lo inesperado siempre arruina las mejores ideas.

    Saludos,

    J.

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  6. El espejo nos muestra como somos, pero la belleza permanece es ente micro con todo detalle de esa mirada de la experiencia y la edad. Un abrazo.

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    1. Así es, Mamen, la mirada femenina realza la belleza.
      Un abrazo para ti.
      Ariel

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  7. Cuando el amor cae en fragmentos, la mujer suele mirarse más al espejo, buscando qué marcas le dejó. También si podrá enfrentar ese nuevo presente con su cara de antes o habrá que hacer cambios, un poco más de maquillaje, un lápiz de labios de otro color... Y buscar en la sal de sus ojos la nostalgia por lo perdido.
    Me encanta cómo te colás en la intimidad de sus percepciones y nos las contás tan bella y delicadamente.
    Un abrazo, Ariel.

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    1. ¡Qué lindo comentario! Una mujer frente al espejo mirando hacia su pasado es un enigma que siempre ha despertado mi curiosidad.
      Un abrazo, Mirella.
      Ariel

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